Asturias ha puesto sobre la mesa le necesidad de adaptar el actual
modelo de financiación autonómica a las particularidades que condicionan su
inversión sanitaria, como la cronicidad de una de las poblaciones de mayor edad del panorama nacional. El presidente del Principado,
Adrián Barbón, ha trasladado su fórmula para reformar el modelo de compensación económica a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda,
María Jesús Montero, en una reunión a dos bandas. La cumbre ha tenido lugar en un momento marcado en el calendario precisamente para dar con un nuevo sistema que satisfaga las peticiones de todo el conjunto de las comunidades.
Entre las propuestas que el presidente asturiano ha hecho llegar a Moncloa figuran la de incluir
nuevos indicadores en el cálculo de la financiación autonómica que tenga en cuenta elementos como e
l envejecimiento de la población, la
dispersión geográfica o la
orografía propia de cada región. Unos factores que consideran fundamentales para sufragar servicios públicos como la sanidad.
“No es lo mismo prestar asistencia sanitaria en Asturias, León o Galicia”, ha argumentado el dirigente socialista.
En ese sentido, Barbón le ha trasladado a Montero la necesidad de alcanzar un punto de encuentro en el que se tengan en cuenta los “intereses” de Asturias con el establecimiento de “elementos correctores” que compensen su situación particular.
“Me preocupa muchísimo el panorama desde el punto de visto autonómico por las posiciones enconadas de la reforma de la financiación”, ha apostillado.
La deuda de la sanidad autonómica
El presidente autonómico también ha valorado también la posibilidad de aplicar un quite sobre la deuda que arrastran las comunidades, al hilo de las negociaciones que el
Gobierno de Pedro Sánchez arrancó en el inicio de la legislatura con Cataluña para condonar casi
15.000 millones a la región. “Es justo que si se aplica una quita de deuda sea con una
fórmula objetiva que sea de aplicación para todas las comunidades y que Asturias salga beneficiada”, ha agregado.
Barbón ha pedido a la vicepresidenta primera que se valore también el trabajo realizado a lo largo de los últimos años para contener el
endeudamiento de las administraciones públicas, ya que su región es una de las que ha logrado un mayor equilibrio fiscal en términos relativos al
Producto Interior Bruto (PIB). “Espero que pronto nos puedan plantear una fórmula en la que se cuantifique esa reducción de deuda que no perjudique a las comunidades como Asturias que
hemos tenido un buen equilibrio fiscal en el que duramente nos ha costado controlar nuestras cuentas en los últimos años”, ha apostillado.
La reforma del
modelo de la financiación autonómica es uno de los grandes asuntos pendientes que el Gobierno no llegó a materializar en la pasada legislatura. La búsqueda de una fórmula que satisfaga a todas las comunidades está en debate desde el año
2014. El principal punto de fricción pasa por cómo
calcular la población ajustada para determinar la financiación de cada región, algo imprescindible para sufragar la sanidad, ya que es la partida más elevada en las cuentas autonómicas. La discusión técnica ha trascendido a los colores políticos, mientras se van formando diferentes alianzas entre comunidades, a la espera de que el
Consejo de Política Fiscal presente un documento definitivo.
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