El Consejo de Gobierno ha dado el visto bueno este miércoles al decreto por el que se regulan las condiciones del equipamiento y la dotación de personal de los vehículos destinados a la realización de servicios de transporte sanitario terrestre, así como el régimen jurídico de las certificaciones técnico sanitarias y el Registro de Transporte Sanitario.
Se trata de una regulación que sustituye a la actual, que data de 1997 y que, pese a las sucesivas adaptaciones a los cambios introducidos por la legislación estatal posterior, se había quedado "algo obsoleta", sobre todo en lo que se refiere a los niveles de calidad y eficiencia del servicio, según ha informado el consejero de Sanidad, Francisco del Busto.
Los vehículos se adaptarán a las nuevas normativas de la Unión Europea que han surgido estos años. Las ambulancias tendrán una duración máxima de diez años.
El transporte sanitario terrestre del Servicio de Atención Médica Urgente del Principado de Asturias (SAMU) realiza todos los años alrededor de 64.000 intervenciones con ambulancias urgentes y unidades móviles de cuidados intensivos.
Por su parte, la unidad que se encarga de coordinar el transporte sanitario programado atiende todos los años a más de 7.500 pacientes con problemas de movilidad que realizan alrededor de 260.000 desplazamientos en ambulancias tanto individuales como colectivas. En su mayoría son desplazamientos para acceder a servicios muy especializados o que precisan tecnología sanitaria muy avanzada, como son oncología médica, oncología radioterápica, rehabilitación o diálisis, por citar los más habituales, según los datos que ha ofrecido Del Busto.
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