El
Principado de Asturias ha sido la
primera comunidad en implantar el protocolo de insuficiencia cardiaca aguda de la
Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) en la historia clínica electrónica. Este procedimiento, que lleva en vigor cuatro meses, se aplica en toda la red pública, independientemente del sistema de información (
Millenium/Selene) que se utilice en los
hospitales.
La historia electrónica unificada permite recoger datos para mejorar el conocimiento de la enfermedad y su manejo, de acuerdo con las recomendaciones actualizadas
de las guías de práctica clínica. Se disminuye así la variabilidad en el tratamiento, se optimiza la formación docente del personal médico y se facilita el seguimiento de estos
pacientes crónicos complejos. El análisis de los datos permite tomar decisiones que
mejoran la calidad de vida de los afectados por esta patología y
reducir sus hospitalizaciones.
En sus primeros cuatro meses en vigor, se han recogido y analizado
121 hospitalizaciones por insuficiencia cardiaca. Estos datos reflejan que el perfil del paciente es una persona de edad avanzada (84 años de media), el 70 por ciento sufre algún grado de dependencia
y el 40 por ciento, de deterioro cognitivo. Además,
uno de cada cuatro no dispone de un cuidador y uno de cada diez vive en una residencia de la tercera edad.
Mal cumplimiento del tratamiento
Los datos también apuntan a las
arritmias y a las infecciones como
factores desencadenantes de esta insuficiencia cardiaca aguda. Y en tres de cada diez casos hay un
mal cumplimiento del tratamiento.
Esta patología es una de las enfermedades crónicas más frecuentes en España,
con una prevalencia de 663.926 casos en 2017. Seis de cada 10 de ellos se atienden en el
Servicio de Medicina Interna. De 2007 al 2015 se registró un aumento del 32 por ciento en el número de casos, especialmente en mujeres y mayores de 75 años. La mortalidad
se sitúa en el 10 por ciento y la estancia media es de 8,5 días.
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