Un grupo de pacientes de la sanidad asturiana se han unido bajo el lema #StopListasdeEspera para constituirse en uno de los primeros colectivos de afectados por la lista de espera sanitaria a nivel nacional. La principal razón que les ha llevado a dar este paso es la práctica de sacar de la lista de espera a aquellos pacientes que rechazan la derivación, algo que califican de “lista negra”.
“Sufrimos el engaño de las listas negras. Recibimos en casa una llamada ofreciéndonos la derivación a otro centro, y al rechazarla nos sacan de la lista. Piensas que te van a operar cualquier día y, al cabo de varios meses, descubres que te han sacado”, explica el portavoz de #StopListasDeEspera, Alfonso Ángel Jiménez, en conversación con Redacción Médica.
Se trata de una práctica que ha reconocido el propio gerente del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa), José Ramón Riera. En la última reunión del dispositivo de seguimiento de las listas de espera –en el que están representadas asociaciones de pacientes y otros colectivos– señaló que la voluntad de acabar con la “lista de espera no estructural” y explicó que ésta, de momento, no se publica por razones técnicas; situación que también estaría en vías de corregirse.
Esta ‘lista B’, de conocimiento interno, la integran sobre todo pacientes que rechazan ser intervenidos en un centro alternativo, o que piden cambio de cita. Las reivindicaciones de #StopListasDeEspera vienen a meter prisa al gerente en la voluntad expresada de suprimir tal registro. “Las principales exigencias que trasladamos a la Consejería de Sanidad son que se publiquen las listas de espera al completo y que deje de retirarse la prioridad a quienes rechazan derivación”, señala su portavoz.
La denuncia de las ‘listas negras’ y la exigencia de su supresión ha sido una de las principales reivindicaciones planteadas por Podemos durante la comisión de investigación parlamentaria de listas de espera. A juicio de su portavoz, Andrés Fernández Vilanova, esa práctica no sería exclusiva de Asturias y buscaría “maquillar” la lista de espera, ofreciendo unos datos globales más bajos –idea que comparten desde #StopListasDeEspera–. Desde Podemos estiman que puede haber unas 1.500 personas fuera de la lista por rechazar la derivación solo en el HUCA.
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