El
Gobierno de Aragón está ultimando la elaboración de la memoria con la que tratará de afianzar la candidatura de la ciudad de
Zaragoza para albergar la nueva
Agencia Estatal de Salud Pública. Aunque los criterios de selección todavía no se han hecho públicos, la propuesta autonómica ya ha establecido su posición geográfica y su rápida
conexión con el AVE como una de las potenciales ventajas frente a sus competidores. Algo especialmente relevante debido a que el nuevo centro acarreará un trasvase de funcionarios procedentes de Madrid.
El director general de Salud Pública de Aragón,
Francisco Javier Falo, ha adelantado que la nueva institución contará con una plantilla de cerca de
60 profesionales que actualmente prestan servicio en la capital española, lo que puede condicionar la elección final de la ciudad. Mientras que se incorporará otros
190 empleados adicionales nuevos. “Ese elemento de movilidad de los trabajadores que ya están contratados puede ser una limitación, pero nosotros
entendemos que para Zaragoza es una ventaja”, ha explicado en una comparecencia en Las Cortes.
Entre las principales fortalezas para albergar la
futura Agencia Estatal de Salud Pública, el equipo técnico también ha identificado aspectos como la
capacidad investigadora en las dos universidades de la capital aragonesa, la experiencia en salud pública con un enfoque
‘One Health’, la capacidad para crear empleo, el tejido productivo autonómico o la existencia de
instalaciones previas que agilizarían la creación del nuevo ente. “Creemos que la candidatura de Zaragoza podría satisfacer cualquier requisito para una agencia de estas características”, ha apostillado Falo.
Una Agencia de Salud Pública de 4.000 metros cuadrados
A la espera de una resolución definitiva por parte del Ministerio de Sanidad, los responsables de Salud Pública de Aragón ya han comenzado a trabajar en la potencial ubicación de la nueva sede. Según sus cálculos, el edificio de tendrá unas dimensiones de entre
3.500 y 4.000 metros cuadrados de superficie para albergar a los equipos y recursos humanos. Unas condiciones para las que ya han ofrecido alternativas tanto el
Ayuntamiento de Zaragoza como el Gobierno autonómico.
Actualmente la candidatura aragonesa se encuentra en la última fase de
preparación del dossier, después de haber completado la constitución de dos grupos de trabajo para diseñar las fortalezas particulares. En el primero, se han dado cita agentes de las
universidades zaragozanas, el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS), la Consejería de Sanidad o la Presidencia del Gobierno de Aragón. Mientras que el segundo se ha abierto a otros departamentos gubernamentales, comarcas,
empresas de salud o incluso periodistas.
Todas estas ideas ya figuran en la hoja de ruta particular de la candidatura, a la espera de que
los estatutos de la Agencia de Salud Pública clarifiquen los requisitos exigidos para las ciudades que opten a hacerse con la institución. “Nuestra idea en este proceso es avanzar en una memoria, en un diseño, que cuando se concreten más los extremos de
competencias, recursos y medios de la agencia nos haga más fácil completar la candidatura”, ha agregado Falo.
Entre las principales bazas de Aragón, figura también la unidad política. La petición de la Agencia de Salud Pública cuenta con el
respaldo de todas las fuerzas parlamentarias de Las Cortes, incluida la oposición. Todas tienen la mente puesta en el proyecto con el objetivo de que no acabe como la candidatura de Teruel para albergar la
Agencia Espacial Española, que finalmente se ubicará en
Sevilla.
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