Los
Sindicatos Médicos de Atención Primaria de Aragón,
Fasamet y
CESM Aragón, han denunciado públicamente un nuevo caso de
agresión a una médica en el municipio zaragozano de Mallén. Según han indicado, una facultativa del centro de salud local fue amenazada y golpeada por una paciente cuando únicamente le había pedido que esperara su turno para ser atendida. La médica tuvo que ser atendida por magulladuras y un ataque de ansiedad. No en vano, este ha sido el tercer ataque sufrido por la misma médica desde noviembre.
Ambos sindicatos han lamentado que este incidente de
agresión a un sanitario “vuelve a poner de manifiesto que el
Servicio Aragonés de Salud no cumple suficientemente con su deber legal de proteger a sus trabajadores”. Por ello, han reclamado la implantación de “todas las medidas de seguridad” que llevan solicitando desde 2019, así como “un compromiso claro de todas las administraciones contra esta lacra”.
Medidas reclamadas contra agresiones a sanitarios
Las medidas aludidas por los responsables sindicales son cinco, pero que, pese a que se han reclamado en varias ocasiones durante los últimos cinco años, sólo se ha llegado a desarrollar completamente, y muy recientemente, una: la instalación de un
“botón del pánico” para pedir ayuda en todas las mesas de trabajo.
El resto de medidas pendientes son dotar de un
vigilante de seguridad todos los centros de salud durante las 24 horas del día, instalar cámaras de videovigilancia, proporcionar a los profesionales una pulsera de autolocalización fuera del centro y establecer multas de hasta 30.000 euros a los agresores.
Al margen de ello, los sindicatos han reclamado la necesidad de que el Servicio Aragonés de Salud y todas las administraciones, incluidos los ayuntamientos, “se comprometan de forma decidida para prevenir estas actuaciones y castigar a los responsables con campañas de educación y apoyo a las víctimas”. “No permitir ningún caso semejante es también una condición para mejorar la calidad de la
atención sanitaria”, han agregado.
Datos de agresiones sanitarias en Aragón
En 2023 se produjeron 722 de
agresiones a sanitarios aragoneses -dos cada día-, de las que 256 fueron agresiones físicas -el 35 por ciento-. Además, hasta 20 víctimas tuvieron que pedir una incapacidad laboral.
Hasta llegar a esas cifras, el aumento de casos ha sido progresivo en los últimos años. En 2020 se registraron 236 agresiones, que crecieron hasta las 335 en 2021 y a las 484 en 2022.
Fasamet y CESM Aragón han subrayado que las agresiones sanitarias suponen, además, una dificultad añadida a las
condiciones laborales en las que los profesionales desempeñan su trabajo, con plantillas insuficientes y agendas saturadas.
En esa línea, han manifestado su temor de que el problema, como sugieren los datos previos, se siga agravando en 2024 “ante la falta de medidas para solucionar los problemas de la
Atención Primaria que sufrimos tanto los sanitarios como los ciudadanos”.
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