Aragón es la única comunidad autónoma que ofrece puestos específicos en su sistema de salud a
médicos transexuales. En concreto, el artículo 27.3 de la Ley 4/2018 de 19 de abril de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discrimanción de la comunidad reserva una serie de plazas públicas creadas ad hoc para este colectivo.
Una discriminación positiva con la que no están de acuerdo la
Federación Aragonesa de Médicos Titulares (Fasamet), al entender que
los facultativos transexuales deben ser tratados como el resto del colectivo, sin distinciones. "Respetamos las leyes pero no compartimos el fondo", puntualiza Leandro Catalán presidente del organismo, insistiendo en que un médico con estas características tiene que recibir el mismo trato que si no lo es.
En este sentido, Catalán
niega que la transexualidad sea "una cualidad suficiente para tener una reserva específica y acceder a la función pública en igualdad de mérito y capacidad", como reza el Estatuto de los trabajadores y la propia Constitución Española. De hecho, cree que podría presentar ciertos conflictos a la hora a
respetar la intimidad del trabajador.
Más que una ley pensada para beneficiar el colectivo, este experto considera que se trata de una medida "con la que
quedar bien estéticamente ante la opinión pública", sin reparar en los problemas que puede acarrear su puesta en marcha.
"El problema es que los políticos legislan en las Cortes pero
aplicar tiene sus problemas". De momento, la federación no tiene constancia de que
ningún médico haya solicitado plaza ni en la convocatoria de este año ni en la anterior en esa categoría. "¿Por qué tenemos que
hacer diferente a lo que debería ser tratado igual?", plantea el portavoz.
Proceso ordinario "descafeinado"
De forma general, Catalán asegura que cada vez hay
más categorías reservadas a facultativos de manera que acceder "por la vía libre va a ser lo anecdótico". "A este paso los enfermos de corazón tendrán una oferta especial para que puedan acceder por otras categorías", advierte Catalán al hablar de cómo "se está descafeinando el proceso ordinario" que deber ser, en su opinión, el habitual.
Respecto a aquellas reservadas a médicos con
discapacidad, física o neurológica, considera que los políticos, en la práctica, no tienen en cuenta en "quien ponen en manos la responsabilidad de atender a los pacientes en Atención Primaria".
En este sentido, ve necesario analizar profundamente si la capacitación "física o psíquica" de estos profesionales es "la adecuada" para ejercer como
médicos de Familia y atender consultas, pacientes a domicilio y Urgencias, debido a las exigencias que presenta una categoría profesional como la Medicina.
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