La Consejería de Sanidad ha anunciado que ningún médico de Aragón se ha acogido a la objeción de conciencia para negarse a practicar abortos en la región. Este tipo de intervenciones solamente se realizan en el sistema público cuando la vida de la madre corre riesgo o cuando el feto tiene malformaciones.
Así lo ha destacado el consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, ante una pregunta formulada por Podemos en una sesión parlamentaria. A pesar de que más del 80 por ciento de los casos se practican en clínicas concertadas o privadas, el titular del Departamento que “esta decisión se basa en la baja complejidad de las intervenciones y en garantizar la respuesta más rápida posible”.
Los profesionales de la sanidad pública tienen el derecho a ejercer la objeción de conciencia para negarse a practicar una interrupción voluntaria del embarazo, alegando motivos éticos o religiosos. El facultativo que se acoge a este punto debe manifestar la negativa anticipadamente y por escrito, un supuesto que no ha tenido lugar en la región, según la Consejería de Sanidad.
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