Los próximos días 5 y 6 de octubre tendrá lugar en Madrid el 25º Curso Nacional Anual de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología (S.E.N.), del cual es director López del Val, junto a Linazasoro de San Sebastián.
Se trata de unos de los cursos más antiguos dirigido a neurólogos interesados en enfermedades que cursan con Trastornos del Movimiento, residentes de neurología, rehabilitadores, psiquiatras y especialistas de Medicina Familiar y Comunitaria, también interesados en estas patologías. A lo largo de estos 25 años más de 2.500 neurólogos de todo el país han acudido a formarse en el citado curso.
El objetivo de las sesiones es que los profesionales aprendan a diferenciar los tipos de trastornos, dado que, según López Del Val, el diagnóstico se realiza de forma visual ya que no existen analíticas, ni radiografías o escáneres que puedan confirmarlo salvo pruebas genéticas.
Son cuestiones que "no aparecen en los libros", por lo que ilustró su exposición con vídeos de pacientes con distintos trastornos del movimientos y en diferentes estadíos de la enfermedad.
El responsable de la Unidad de Trastornos del Movimiento de HLA Montpellier calcula que en Aragón podrían estar afectadas por estos trastornos unas 80.000 personas; unos 19.500 por enfermedad de Párkinson; 39.000 de temblor esencial; entre 130 y 140 por coreas; alrededor de 400 por distonías y unos 2.600 por tics, una patología que sufren entre el 4 y 23% de la población infantil.
Durante el Curso, se revisan intensamente todas estas patologías, que por el momento siguen teniendo básicamente un diagnóstico clínico, y que exigen al clínico un perfecto conocimiento de las mismas, que deriva siempre de haber visto y revisto más pacientes que presenten este tipo de patologías.
La segunda intención del curso es aportar los más recientes conocimientos sobre nuevas técnicas, aprender a diferenciar los tipos de movimientos, y exponer todas las novedades terapéuticas aparecidas en los últimos meses en cada una de estas patologías.
Como son, en el caso del Párkinson, la safinamida y la opicapona que mejoran el tiempo de bienestar del paciente; nuevos microelectrodos que se pueden dirigir una vez implantados en los casos que se necesite, tratamientos quirúrgicos, cuando falla el farmacológico, o los bastones antibloqueo.
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