El almacén de distribución de material sanitario que el Servicio Aragonés de Salud (Salud) creó en 2015 en la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza) recibirá este miércoles la licencia de actividad por parte de la Gerencia de Urbanismo del ayuntamiento zaragozano, tras dos años y medio de espera en los que ha permanecido cerrado al carecer de permiso municipal para operar, según ha informado el Heraldo de Aragón.
La Consejería de Sanidad ha explicado que la comisión del Inaga (Instituto Aragonés de Gestión Ambiental) dio su autorización a la instalación en Plaza el pasado 20 de diciembre, tras señalar las adaptaciones que se debían realizar en la nave para poder iniciar la actividad. Estos ajustes, que correrán a cargo de Plaza como propietaria de la nave, se licitarán en breve, con la intención de que el almacén esté acondicionado para este verano.
Tras la autorización del Inaga sólo faltaba la licencia municipal para relanzar el proyecto, tras dos años paralizado, una autorización que el consistorio zaragozano dará mañana miércoles. Una vez la concesión del permiso sea oficial, el Salud iniciará un concurso para la externalización de la gestión del almacén.
Esta medida administrativa pone fin a un largo bloqueo que había hecho peligrar el funcionamiento del almacén, ya que el propio Departamento de Sanidad ha estado barajando la posibilidad de trasladarlo a otras instalaciones.
Dos años de contratiempos
Este almacén de distribución de material sanitario fue impulsado por el anterior Ejecutivo aragonés para intentar solventar los problemas de abastecimiento de los hospitales públicos de la comunidad autónoma, para lo que idearon una única infraestructura en la que se centralizase la compra y distribución de fármacos y material sanitario.
De esta forma, la Consejería de Sanidad eligió una nave de 5.000 metros cuadrados para este fin, ubicada en Plaza, y destinó al proyecto un presupuesto de 2,4 millones de euros. Su inauguración estaba prevista para junio de 2015, pero problemas técnicos derivados del incumplimiento del reglamento de protección contra incendios municipal y la sectorización de la nave hicieron que el Ayuntamiento de Zaragoza no le concediese la licencia de actividad.
Tras dos años de licitaciones, reformas y adaptaciones, los técnicos lograron corregir las deficiencias que había señalado el consistorio y lo adaptaron a las exigencias reglamentarias municipales, lo que ha hecho que finalmente le haya sido concedida la licencia.
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