La pérdida de una dosis de un fármaco radiactivo en el Hospital Clínico de Zaragoza el pasado 12 de enero
obligó a activar el protocolo de seguridad para estos casos. Las primeras investigaciones revelan que el producto en cuestión terminó en el vertedero de basuras de la ciudad. La empresa encargada del vertedero afirma que “no tiene el más mínimo riesgo” para la población.
El consejero de Salud, Sebastián Celaya, ha admitido este miércoles en una entrevista a
Aragón Radio que se muestra “preocupado”, pero tranquiliza a la población al
“no haber ningún riesgo” para la misma.
Según recoge el Heraldo de Aragón, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que fue quien informó del incidente,
atribuye el error a una gestión incorrecta por parte de la empresa. Este organismo, cuya misión es velar por la seguridad y la protección radiológica de las personas y del medio también, explicó que el medicamento fue gestionado "incorrectamente".
El medicamento en cuestión se comercializa con el nombre de Xofigo y es un radiofármaco compuesto de Radio 223, que se usa como tratamiento paliativo del dolor en metástasis óseas. Al no tener riesgo de radiación externa la alerta se contempló bajo un nivel de peligrosidad del nivel 1.
El más bajo de los 7 que se contemplan en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos.
El Consejo de Seguridad Nuclear explicó en una nota de prensa que el producto
se depositó en la puerta del servicio de limpieza sin que se llegara a desembalar de su contenedor de plomo.
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