Aragón tiene un déficit de radiólogos reconocido por la Consejería. Esto ha hecho que la región se vea obligada a tarifar lo que va a pagar por lectura de resonancia magnética y radiografía simple a los facultativos que se encuentren realizando esta actividad fuera de la jornada laboral. Según lo ha dispuesto el Ejecutivo aragonés, se van a abonar 20 euros por resonancia nuclear magnética y 4 euros por radiografía simple.
La ventaja para el especialista en este sentido es que, como indica la disposición, las nuevas tecnologías permiten que la lectura de las citadas pruebas no vaya unida a tener que estar in situ donde se han realizado sino que existe la visualización remota gracias al proyecto “anillo radiológico”. Este permite “la interpretación e informe de imágenes radiológicas captadas en cualquiera de las instalaciones del Servicio Aragonés de Salud”.
En cualquier caso, la Consejería dependiente de Sebastián Celaya recuerda que no es vocación de la Administración aragonesa normalizar esta situación sino que ha de tener “carácter extraordinario, debiendo primarse la realización de la actividad en jornada ordinaria optimizando los recursos disponibles en el sistema”.
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