La Consejería de Sanidad de Aragón estudia que
Enfermería tenga la posibilidad de retrasar el servicio activo hasta los 70 años, como ya sucede con los médicos. Esta medida se podría hacer también extensiva de manera extraordinaria a aquellos casos que se consideren de
carácter esencial para la continuidad de la asistencia.
La iniciativa se ha planteado dentro de la revisión del
Plan Estratégico de ordenación de recursos humanos del Salud, caducado desde diciembre de 2020, tal y como ha avanzado el Heraldo y ha podido confirmar Redacción Médica. El objetivo es
establecer herramientas ante un déficit de profesionales de Enfermería a medio plazo.
La gerencia del Salud pone de manifiesto que hace unos años había superávit de médicos y
en la actualidad hay carencia de especialistas. En 2017 se acordó la
prolongación en el servicio activo de los facultativos de centros sanitarios del Salud hasta los 67 años, mientras que
en 2019 se amplió hasta los 70 años. Se estima que 299 médicos de Familia y 28 pediatras de Atención Primaria cumplen la edad de jubilación entre 2024 y 2027. En estos momentos, hay
302 facultativos que han prolongado el servicio activo, además de 41 que se acogen a la
jubilación activa en Atención Primaria.
Los sindicatos valoran la medida
La dirección de Recursos Humanos del Salud está valorando esta medida, que trasladó la semana pasada a los representantes de los trabajadores para que presenten alegaciones, con la previsión de volver a reunirse pronto. La secretaria autonómica de Satse, que se engloba en Cemsatse,
Mari Cruz Oliván, ha apuntado que le parece "bien la posibilidad",
siempre y cuando sea "una cuestión voluntaria".
El sindicato, surgido de la unión de los Sindicatos Médicos de Aragón -CESM Aragón y Fasamet- y de Enfermería Satse, incide en "la
mejora de las condiciones laborales durante los más de 35 o 40 años de servicio activo".
En la actualidad, Oliván ha reconocido que "hay alguna solicitud de prórroga del servicio a partir de los 65 años", pero
la mayoría de enfermeras "solicitan la jubilación entre los 63 y 65 años aún con pérdida retributiva por la exigencia del desarrollo de nuestra profesión con importante carga física, mental, contacto con agentes físicos, químicos, el desgaste que supone la turnicidad y la
problemática para conciliar vida laboral y familiar".
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