El líder de las protestas sanitarias en Granada, Jesús Candel, cree que la Junta de Andalucía persigue “forzar” su salida del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en “represalia” por su activismo. Tras conseguir revertir la fusión hospitalaria en Granada, Spiriman se lanza contra la desfusión del servicio de Urgencias, en el que él trabaja, al considerar que llega demasiado rápido y puede perjudicar a los pacientes. Esta nueva batalla, según reconoce, puede costarle el puesto.
El médico explica que ha sido retirado de los turnos que venía realizando en el servicio de Urgencias del Hospital de las Nieves y que tanto él y como otros ocho compañeros han recibido un burofax para incorporarse a las Urgencias del Parque Tecnológico de la Salud (PTS) el 1 de diciembre. Un cambio de destino al que Candel se niega en redondo, lo que motivaría su cese por parte del SAS.
En respuesta a este traslado, Candel ha convocado una protesta el 30 de noviembre en el Virgen de las Nieves para exigir la dimisión de Francisca Antón, gerente del SAS y Pilar Espejo, directora del complejo hospitalario de Granada, y que la Junta dé marcha atrás en esta decisión.
“Yo me niego a incorporarme el uno de diciembre en el PTS. Por ética y por dignidad profesional”, manifiesta Candel, en conversación con Redacción Médica. Lo hace, dice, porque se debe a la gente que ha salido a manifestarse por “dos hospitales completos en Granada”. A su jucio, una vez conseguida la desfusión, lo que ahora está en peligro que esta se lleve a término con éxito. “Es por el bien de los pacientes. No por Jesús Candel. Si mi hospital es el otro. Si yo me quiero ir. Pero creo que es muy malo irnos antes de tiempo”.
Periodo de reciclaje
Candel considera que las Urgencias médico-quirúrgicas del Virgen de las Nieves pueden verse perjudicadas en “una época de alta frecuentación y muy delicada” con la salida repentina de nueve profesionales y su sustitución por otros seis, que vendrían desde las Urgencias neurológicas del PTS. En opinión de Spiriman, un cambio de este tipo debería estar precedido de un periodo de “reciclaje”, ya que las particularidades de cada una de las urgencias generan “vicios”.
“De los nueve que hemos recibido el burofax, da la casualidad que todos son personas que se habían posicionado conmigo y que habían firmado una carta en la que decíamos que no teníamos ninguna prisa en ser trasladados al otro hospital, ya que las urgencias deberían ser lo último en trasladarse, igual que cuando se hizo la fusión”, explica Candel. “Estoy luchando para que se cumpla lo que está encima de la mesa. En el cronograma pone que en febrero o marzo se deberían empezar a dividir las urgencias. Pero no antes. ¡No creen más caos!”, reclama.
El médico mantiene que los jefes de servicio y parte de la dirección del Complejo de Granada está en contra de este adelanto del traslado. La orden, según asegura, viene directamente de la gerente del SAS y –vaticina– se traducirá en despidos de aquellos directivos que la discuten. Se trata, a jucio de Spiriman, de una decisión “politizada” para atacarle a él y a la gente que le apoya. “Con esta orden lo único que persigue es que yo no me presente ante una orden administrativa, para despedirme. Que tomen ellos las decisiones que quieran tomar, que yo tomaré las mías”, concluye.
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