La reforma de la
Ley de Farmacia de Andalucía entra en su recta final. La modificación de la norma, que recoge las principales reglas sobre ordenación y prestación farmacéutica aplicables en la comunidad autónoma, trae como principal novedad
el fin del modelo de subastas de medicamentos.
La eliminación del modelo de subastas fue
anunciada por el propio presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, con el objetivo de eliminarlas. Dichas subastas se instauraron en el año 2012 durante el mandato del socialista
José Antonio Griñán, como una medida para paliar los efectos de la crisis económica.
Desde entonces, el
Partido Popular de Andalucía prometió que si llegaba al poder revocaría este sistema "porque suponía
un recorte de los derechos de los andaluces al acceso a los medicamentos". Una medida que se anunció en el pasado mes de diciembre cuando el actual presidente de la Junta de Andalucía explicó que con esta decisión "vuelve la normalidad y los andaluces vuelven a ser ciudadanos de primera y no de segunda en el acceso a los medicamentos".
Para Juanma Moreno, el modelo de subastas implicaba "
una intromisión clara a la libertad de prescripción de nuestros profesionales, especialmente los médicos, y situaba a pacientes y médicos andaluces en situación de desigualdad respecto a españoles de otras comunidades autónomas donde no existía ninguna de esas cortapisas".
En
la propuesta de modificación de la ley, la Junta sostiene anuncia su intención de “
suprimir, por innecesario, el mecanismo actualmente previsto para la selección de medicamentos, que cuenta con carácter voluntario”. De este modo, es de suponer que se elimine o modifiquen los artículos 60 bis; 60 ter; 60 quarter y 60 quinquies, los cuales regulan la selección de los medicamentos a dispensar cuando se prescriban o indiquen por principio activo, cuando se prescriban por denominación genérica y la dispensación de medicamentos y productos seleccionados.
Acciones para mejorar el funcionamiento de las farmacias
Más allá de suprimir el modelo de subastas, la reforma de la Ley de Farmacias de Andalucía pretende, según la propuesta de modificación, acabar con una serie de problemas:
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Insuficiencia, en algunos casos, del plazo exigido para transmitir de forma obligatoria la oficina de farmacia.
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Necesidad de promocionar las oficinas de farmacia situadas en núcleos andaluces con menor población, a través de los concursos públicos para la adjudicación de nuevas oficinas de farmacia.
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Otorgar una mayor estabilidad a las oficinas de farmacia adjudicadas ampliando el plazo de permanencia en ellas para poder transmitirlas por primera vez.
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Facilitar que las transmisiones a realizar por los cotitulares de una oficina de farmacia no se vean afectadas por las transmisiones que pudieran realizar los restantes.
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Suprimir, por innecesario, el mecanismo actualmente previsto para la selección de medicamentos, que cuenta con carácter voluntario.
Para ello, desde la Junta se entiende que "es necesaria la tramitación para proceder a la modificación puntual de este marco legal con el fin de mejorar los aspectos referidos" y oportunos para su aplicación en las convocatorias de concurso público para la adjudicación de oficinas de farmacia.
De este modo, se quiere modificar determinados aspectos referidos a la transmisión de oficinas de farmacia, los plazos de caducidad de las autorizaciones de instalación y funcionamiento, las oficinas de farmacia reservadas en la primera fase del procedimiento de adjudicación de oficinas de farmacia, así como en materia de prestación farmacéutica.
Además, la Junta asegura que no se plantean soluciones alternativas, dado que se trata de una modificación de una norma de rango legal. Los ciudadanos, organizaciones y asociaciones que así lo consideren, pueden hacer llegar sus opiniones sobre los aspectos planteados hasta el próximo 8 de abril.
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