A la conocida como "fuga de batas blancas" se se suma una de "pijamas verdes". En Andalucía, un grupo de unos
150 estudiantes de último curso de Enfermería han comenzado los trámites para, tras finalizar la carrera,
optar directamente a un puesto de trabajo en alguno de los
hospitales catalanes.
A través de un grupo de Whatsapp y de la mano de
Jesús Jiménez, trabajador del
Hospital Vall d'Hebron, los estudiantes están preparando ya sus curriculum y contactando con los centros de salud para irse a trabajar a Cataluña. Como señala
Ángela Corral, alumna de cuatro curso de Enfermería que realiza sus prácticas en el
Hospital Virgen Macarena, “tras hablar con los compañeros y muchos enfermeros de aquí, todos te recomiendan irte, por las condiciones y por los propios contratos a los que podemos optar”.
La opción de quedarse en la región no se contempla para ellos pues, en palabras de Corral “la situación en Andalucía con
los contratos es bastante mala y si hemos acabado la carrera entramos en una
bolsa con cero puntos y sin experiencia, lo que nos obliga a estar de un lado para otro con contratos de días o semanas”. En Cataluña, por la contra “tenemos constancia de que, al menos, tendremos
contratos de seis meses y hay hospitales que incluso nos ofrecen el año. Puede parecer poco, pero ya es más de lo que tendríamos si nos quedamos”.
Jóvenes en busca de experiencias
Aunque el motivo principal es conseguir mejores contratos, tanto Ángela Corral como
Ester García, también alumna de cuatro curso de Enfermería, señalan que “
somos jóvenes y es verdad que muchos también nos vamos por
la experiencia de trabajar fuera y conocer otros sistemas de salud”. Una posición a la que suman la aceptación de los perfiles andaluces en Cataluña, “a las
enfermeras andaluzas nos ven muy apañadas,
saben que tenemos una buena formación y vamos con mucha predisposición”.
Así, García parte con una ventaja personal, y es que es de familia catalana y ya
domina la lengua, una de las preocupaciones más presentes en los futuros enfermeros. En su caso, recalca que “aunque me gusta mucho Sevilla y me formé aquí siempre he querido volver y, mientras que los contratos en Andalucía son muy eventuales, mis amigos de Cataluña me dicen que a ellos no les
falta trabajo, lo que me lleva más a querer irme”.
En esta línea también se posiciona Corral, quien añade que “a todo el mundo le gustaría quedarse y tener un buen contrato en Andalucía, pero también somos jóvenes y queremos vivir la experiencia, más si podemos
sumar puntos y optar luego a una mejor plaza cuando queramos volver a nuestra tierra”.
Ambas jóvenes, como el resto de estudiantes andaluces del grupo de Whatsapp,
contactaron con Jesús Jiménez, quien ya tiene experiencia en en la gestión laboral de los enfermeros andaluces. De este modo, a través de viodeconferencias y mensajes, les explicó
los tipos de contratos a los que podían optar, así como las
fechas claves y los requisitos que tenían que cumplir para trabajar en alguno de los hospitales catalanes.
En palabras de Jesús Jiménez “han sido los propios estudiantes los que me han contactado y yo, pues por mi experiencia, he colaborado y les he facilitado todo lo que he podido”. En concreto, los jóvenes enfermeros andaluces destacan su interés por el Hospital Vall d'Hebron, aunque entre sus preferencias también se encuentra el
Hospital del Mar “que tiene fama de tener muy buenos contratos y más estables”.
Por ahora todavía tienen que acabar la carrera, con varios meses por delante, el grupo de 150 enfermeros ya está
recopilando la documentación y planeando su vida a 800 kilómetros de sus casas. Una experiencia que sigue repitiéndose entre las generaciones andaluzas que no ven un futuro inmediato en su tierra.
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