Redacción. Sevilla
Los centros sanitarios públicos andaluces identificarán y realizarán un seguimiento continuo a los hijos de mujeres víctimas de violencia de género, con el objetivo de evitarles secuelas físicas y psicológicas. Esta es la principal novedad de la revisión del protocolo de actuación sanitaria ante la violencia de género, vigente desde 2008, que ha presentado al Consejo de Gobierno el consejero de Salud, Aquilino Alonso.
Desde 2013 y hasta septiembre de 2015, la violencia de género ha causado la muerte de 13 menores en España (dos en Andalucía) y ha dejado 107 huérfanos (12 en la comunidad andaluza). Según los datos de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2015, del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el 63,6 por ciento de las mujeres víctimas afirmaron que sus hijos presenciaron episodios de violencia. En el 92,5 por ciento de los casos se trataba de menores de 18 años. Asimismo, el 64,2 por ciento respondieron que sus hijos fueron víctimas directas y sufrieron también violencia.
La actualización del protocolo establece mayor coordinación entre los profesionales de Medicina de Familia, los de Pediatría y los trabajadores sociales. El documento también recomienda prestar especial atención a sintomatologías de adolescentes y jóvenes que pueden ser manifestaciones de su exposición a la violencia de género.
Otra novedad destacada es el establecimiento de instrucciones para la toma de muestras orientada a la detección de sustancias de ‘sumisión química’ que facilitan agresiones sexuales a mujeres. También se ofrecen pautas concretas sobre la entrevista clínica a la víctima, con el objetivo de recoger información que pueda ser relevante en el posterior procedimiento judicial. Igualmente, se realizan recomendaciones sobre la emisión del parte de lesiones al juzgado, la solicitud de presencia forense y los circuitos de aviso a los órganos judiciales y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La revisión del protocolo de actuación ante la violencia de género se suma a la labor de prevención, diagnóstico precoz y atención integral que ya se desarrolla en los centros del sistema público de salud. Los servicios sanitarios, y especialmente las consultas de Atención Primaria, seguimiento al embarazo, enfermedades de transmisión sexual y salud mental, constituyen un espacio favorable para la detección y prevención de la violencia de género. De hecho, entre enero y mayo de este año, se han emitido un total de 1.882 partes de lesiones de mujeres víctimas de malos tratos y 91 de agresiones sexuales.