Andalucía es la comunidad autónoma de España que menor incidencia del
coronavirus Covid-19 ha registrado hasta la fecha. Una de las claves ha sido
la experiencia adquirida tras el brote de listeria en el mes de agosto del año pasado, lo que ha permitido a las autoridades sanitarias autonómicas
adaptar protocolos y trabajar con anticipación. Prueba de ello es que, un mes antes de que se registrara el primer caso de coronavirus en la región, ya estaba creada una
comisión de seguimiento y control de la enfermedad.
En una entrevista con
Redacción Médica para el especial
Lecciones del Covid-19, el presidente de la Junta de Andalucía,
Juan Manuel Moreno Bonilla, analiza cuáles son los pilares de la gestión de la crisis sanitaria en su comunidad. También disemina cuáles son las medidas para
hacer frente a los rebrotes, el papel de la
colaboración público-privada en sanidad o la dotación de
mayores recursos a los servicios sanitarios.
¿Cuáles son los aciertos y errores que considera que se han cometido durante esta crisis?
Como en todas las crisis, la gestión de este tipo de situaciones conlleva cometer errores y también acertar. Lo importante es saber sacar las lecciones correctas, desechar los errores y avanzar sobre los aciertos. En Andalucía,
el brote de listeriosis que sufrimos en agosto pasado nos permitió adquirir una experiencia y adaptar unos protocolos que unos meses después nos han permitido trabajar con anticipación. Un mes antes de que se registrara el primer caso, en Andalucía ya teníamos creada una
comisión de seguimiento y control del coronavirus por las noticias que llegaban de China.
"Faltó el impulso necesario del mando único para dotar del material de protección que hacía falta"
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Desde el primer momento fuimos capaces de anticiparnos, elaboramos
planes de contingencia para los peores escenarios, fuimos capaces de implementar nuestros propios respiradores y
dotarnos de material de protección propio. Y
hemos elaborado y aprobado, entre decretos-ley, resoluciones, órdenes, instrucciones y acuerdos del Consejo de Gobierno, hasta
casi 300 disposiciones relacionadas con la Covid-19. También hemos puesto en marcha un plan de vigilancia y prevención que nos ha permitido detectar y aislar los rebrotes que se han ido produciendo.
El resultado es que Andalucía, siendo la región con mayor número de habitantes, ha sido hasta el momento la que menos incidencia del virus ha registrado. Pero
no todo han sido aciertos; creo que
ha faltado mayor coordinación, claridad y concreción entre las comunidades autónomas y el mando único asumido por el Gobierno central durante el Estado de Alarma. Aún así, entre todos debemos aprender y sacar lecciones que nos permitan seguir gestionando esta crisis, porque no ha terminado y el virus sigue entre nosotros.
Ante una crisis similar futura, ¿qué medidas deberían adoptarse ya de forma preventiva en cuanto a recursos humanos, recursos materiales, y gestión/organización?
Como digo, lo importante es aprender a detectar los puntos débiles. En este caso
, en Andalucía se han logrado establecer unos protocolos de detección epidemiológica que nos han permitido identificar y contener los casos. Y en este aspecto juega un papel fundamental la Atención Primaria, que ahora se ve reforzada en el programa de vigilancia y control de los rebrotes que hemos puesto en marcha.
Igualmente, durante más tiempo del que nos hubiera gustado,
faltó el impulso necesario del mando único para dotar del material de protección que hacía falta, de tests y de otros elementos, como respiradores, a las distintas comunidades autónomas.
Desgraciadamente vimos como
el mercado internacional de este tipo de material se convirtió en una subasta al mejor postor, así que en Andalucía tomamos la determinación de ser autosuficientes para dotarnos de este tipo de material. Así lo hicimos fabricando incluso nuestros propios PCR o desarrollando en tiempo récord los respiradores de ‘
Andalucía Respira’.
A todo eso se suma que en Andalucía se está haciendo un importante esfuerzo por cumplir algunas de las
reivindicaciones de los profesionales sanitarios con el claro objetivo de dignificar su desempeño: ya no hay contratos con una duración menor a 6 meses, se está equiparando la cuantía de las guardias, estamos avanzado con el complemento de exclusividad y este verano se van a contratar 20.000 profesionales para llevar a cabo las necesarias sustituciones.
Todo eso se resume en que, por primera vez en su historia, la sanidad pública andaluza cuenta con un presupuesto anual que supera los 11.000 millones de euros.
La sanidad es uno de los pilares básicos de la gestión del Gobierno andaluz y eso tiene que notarse.
¿Cree que cambiará la gestión que hace Presidencia de la Consejería de Sanidad tras esta epidemia?, ¿de qué forma?, ¿considera prioritario un pacto por una mayor inversión en sanidad?
No por obvio debemos dejar de recordar que el consejero de Salud en Andalucía es un médico, que lo ha sido de Familia durante muchos años. Eso para mí es
una garantía de que la gestión se hace desde el punto de vista de los profesionales y también eso ha influido en la capacidad que ha demostrado el Gobierno que presido de anticiparse, establecer prioridades y elaborar los planes de contingencia que han logrado que en ningún momento nos hayamos visto superados por el virus.
"Hace falta un respaldo más decidido del Gobierno de España"
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Es muy importante ir de la mano y escuchar siempre la opinión de los que saben, pero también
hace falta un respaldo más decidido del Gobierno de España para que contemos con la financiación suficiente. Los fondos anunciados para que las comunidades autónomas podamos hacer frente a la factura que nos deja el coronavirus deberían no tener tanto carácter de extraordinarios y pasar a ser parte de la normalidad en un sistema de financiación que llevamos años reclamando. En el caso de Andalucía, son 4.000 millones de euros de menos que recibimos para sostener servicios públicos esenciales, como lo es la sanidad, y por ellos seguiremos peleando.
¿Cree que sería oportuno un debate no sobre la centralización de la sanidad sino sobre una mejor coordinación de los servicios de salud autonómicos o, al contrario, se ha demostrado que funcionan mejor si se les deja actuar sobre el territorio que dirigen?
Igual que antes mencionaba que esta crisis adolecía de una mayor coordinación por parte del mando único, sí ha servido para realizar ese esfuerzo de
puesta en común y de colaboración entre administraciones y a todos los niveles.
No ya los presidentes, con las conferencias de hemos tenido durante 14 domingos consecutivos, sino también a nivel de las distintas Consejerías de Salud y Sanidad entre ellas y con
el Ministerio de Sanidad del señor Salvador Illa. El inicio de la crisis dejó en evidencia la falta de estructura y de capacidad del Ministerio para asumir, por ejemplo, la compra centralizada de material de protección; pero, entre otras cosas, porque comunidades como la andaluza llevan décadas asumiendo esa gestión.
Es importante el nivel de cooperación y de intercambio que se ha establecido entre los diferentes territorios, y un buen ejemplo de ello ha sido por ejemplo
la cesión de respiradores desde Andalucía a Madrid en los peores momentos de la incidencia del virus. En una situación como ésta, es vital contar con criterios unificados y actuaciones más coordinadas, y que esa lección la llevamos bien aprendida.
¿Qué reflexión le merece la experiencia de haber integrado durante semanas a la sanidad pública y privada en un mismo ente de gestión y participación?
"La colaboración público-privada es una fórmula que permite avanzar en todos los ámbitos"
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Sería un error que no fuera así.
La colaboración público-privada es una fórmula que permite avanzar en todos los ámbitos, y en el campo de la sanidad es así también. A pesar de que se intenta ‘demonizar’ el papel de la sanidad privada, hace mucho tiempo ya que, en Andalucía y también con un Gobierno que ideológicamente se discute ese papel, se han desarrollado conciertos para que exista colaboración entre ambas facetas del cuidado de la salud.
Hay parcelas donde no llega la una que se suplen con la otra y viceversa, porque no son antagónicas sino complementarias. A mí no me duelen prendas en defender que ese modelo de colaboración debe potenciarse porque eso no significa ir en detrimento del carácter público de la atención sanitaria, sino garantizar que cualquier ciudadano tendrá la posibilidad siempre de recibir la mejor asistencia posible en cada momento.
Y esta crisis ha sido un gran ejemplo de cómo se han diluido las diferencias entre pública y privada para estar ambas al servicio de los andaluces.
Ustedes son de las comunidades que más turistas extranjeros reciben cada año, ¿qué medidas van a establecer para un correcto control de la pandemia para que, por la llegada de estas personas, no haya un riesgo mayor de rebrote?
Andalucía cuenta con dos de los aeropuertos internacionales más importantes de la Península, los de Málaga y Sevilla, además de grandes puertos.
Confío en que los protocolos de vigilancia y control que Sanidad Exterior ha implantado en estas vías de entrada deben ser eficaces. Entre otras cosas, porque se han acordado y puesto en común con el resto de países europeos.
La reapertura de la frontera con Portugal ha sido también una buena noticia, pero
tenemos que asumir que el riesgo de que se produzcan rebrotes siempre va a existir. Así lo estamos comprobando con el aumento de la movilidad entre territorios. En este caso, lo más importante es que el plan centinela de vigilancia y prevención nos permita detectar y actuar con celeridad para controlar y aislar los nuevos contagios, como ya estamos haciendo.
Su Gobierno llegó a la Junta de Andalucía tras décadas de Ejecutivos del PSOE y han tenido que gestionar un sistema sanitario 'heredado' apenas un año después de que tomaran las riendas, ¿les ha supuesto eso alguna dificultad?, ¿han detectado carencias o problemas que no esperaban?
Cuando accedimos al Gobierno en Andalucía éramos conscientes de que
la situación de la sanidad pública no era la mejor. Veníamos de liderar los recortes en Salud, con una reducción del 6 por ciento del gasto sanitario en Andalucía desde 2008 a pesar de que gobernaba un partido que tenía por bandera la sanidad.
Además de estos recortes, nos encontramos con sorpresas desagradables, como comprobar que las cifras de pacientes que esperaban una operación no coincidían con la realidad y había más de medio millón de andaluces que no se contabilizaban.
"Tenemos que asumir que el riesgo de que se produzcan rebrotes siempre va a existir"
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En los presupuestos de 2019 aumentamos el gasto destinado a sanidad un 6,7 por ciento y por primera vez en su historia Andalucía superaba la cifra de los 10.000 millones de euros. Pero
en 2020 hemos vuelto a incrementar ese presupuesto con 450 millones de euros más hasta superar otro nuevo récord con 11.000 millones de euros en gasto sanitario en Andalucía.
Nuestro objetivo es claro: dejar de ser la comunidad que menos inversión destina por habitante a gasto sanitario, al mismo tiempo que logramos la mayor eficiencia posible para cada euro. En ese camino
queremos dotar de más y mejores recursos al sistema público de salud y sólo el año pasado se impulsaron 70 actuaciones de ampliación y construcción de nuevas infraestructuras sanitarias, el doble que el año anterior.
En los últimos días se están detectando focos de Covid-19 en zonas de trabajo de temporeros, una labor agrícola que también tiene una fuerte presencia en Andalucía, ¿qué planes tienen para evitar o controlar que esta situación se repita en el tiempo?
En este caso, quiero destacar la colaboración que están prestando entidades como Cruz Roja, que trabajan permanentemente con la población inmigrante. Ya se ha puesto en marcha un
protocolo de actuación conjunta entre la Consejería de Salud y Cruz Roja para realizar pruebas de detección del virus a los trabajadores inmigrantes que están participando en las distintas campañas agrícolas en diferentes municipios de Huelva.
Se van a realizar más de 2.000 tests en los asentamientos de Palos, Moguer, Lucena y Lepe para controlar y vigilar la evolución de posibles casos. Igual que en el resto de situaciones concretas, están preparados los circuitos Covid para confirmar con PCR, aislar y tratar los posibles casos activos.
Insisto en que en Andalucía estamos preparados y tenemos un plan para evitar que los rebrotes obliguen a retomar situaciones de confinamiento, pero lo más importante es nuestra responsabilidad individual y colectiva para tratar de evitar que no hagan falta esos protocolos.
En Andalucía hemos sido ejemplo de responsabilidad y estoy convencido de que lo seguiremos siendo.
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