Jesús Candel comenzó a pelear por el fin de la fusión hospitalaria de Granada en 2012. Desde hace unos meses y bajo el alias de
'Spiriman', la lucha de este
médico de Urgencias se ha convertido en
un fenómeno social que ha arrastrado a toda la ciudad y que ha extendido sus tentáculos hacia
la defensa de la sanidad pública. Un movimiento que ha culminado con la
suspensión no solo de la fusión granadina sino también la planificada en Huelva, además de las dimisiones de José Manuel Aranda, exgerente del SAS, y
Martín Blanco, viceconsejero de Salud de la Junta. Un camino que, en cualquier caso,
no ha terminado pues Candel avisa de que ahora
van a ir a por todos los médicos que permitieron la malograda fusión por intereses particulares.
¿Cómo has recibido los cambios en la gestión de la sanidad andaluza?
Bien, muy ilusionado. Sobre todo por la actitud de las personas que han puesto al frente de la Gerencia del SAS y la Viceconsejería que, tras sus nombramientos, se sentaron con las plataformas y
de una manera rápida pusieron sentido común en dar respuesta a lo que pide toda una provincia. Se pone fin a un desastre sanitario que no se ha argumentado nunca, ni de forma científica ni de forma económica y sobre el que tampoco ha respondido el consejero, que sigue en su puesto. Que un Gobierno de la Junta
ceda ante las presiones de la ciudadanía es algo inaudito y no suele pasar. Pero el gran problema lo tenemos dentro. Determinados compañeros, sobre todo médicos, han permitido por intereses particulares que se produzca una fusión, porque la fusión nace de María Jesús Montero y José Luis Gutiérrez, que ahora es la consejera de Hacienda y el que fue gerente del SAS, que de forma paralela han ido creando sociedades, empresas de las que viven familiares suyos y con las que hacen negocios con la Administración Pública.
Eso se llama tráfico de influencias, y que nosotros a través de la Sociedad de Justicia por la Sanidad vamos a ir hasta el final de todas estas cuestiones que van a salpicar sobre todo a profesionales que son los que han permitido por intereses particulares que se produzca la fusión.
¿Qué ha descubierto toda esta polémica de las fusiones?
Jefes de Unidades de Gestión, médicos, ellos mismos se están mostrando porque realmente nadie esperaba que la Junta retirara la fusión. Lo mejor es buscar realmente el porqué de estas cosas. Lo peor es
ver cómo profesionales de la medicina, saltándose todo ese juramento hipocrático, todo el código deontológico, han permitido que, digamos, se ejecute toda esta idea de recortes, de derivación...
Veo que te diriges a los gestores pero también a los médicos que no son cargos directivos.
Hablo de jefes de servicios y de cargos intermedios. Es decir, los jefes de servicio, los jefes de sección. Yo entiendo a compañeros que te venden una idea de que esto es la leche, de que esto va a dar equidad, flexibilidad, te venden la panacea. Muchísimos médicos ya decíamos que no, llevamos desde el 2012 protestando. Pero esto lo manipulan gestores y jefes de unidades,
y lo imponen utilizando el miedo y el avasallamiento. Es decir, lo imponen porque dicen: O lo haces o te relevo a otro puesto o te voy a estar puteando.
¿Crees que Aquilino Alonso va a seguir al frente de la Consejería?
Mantener a Aquilino es algo temporal,
será una de las próximas personas en caer. al igual que el delegado de Salud. Es decir, Aquilino es otro de los máximos responsables. Aquí solo ha caído parte de la cúpula.
¿Qué criterios tienen para pedir que se frenen las fusiones?
Nosotros
nos defendemos con argumentos científico-económicos, pedimos informes, presentamos datos de todo tipo a los medios diciendo el desastre de la fusión y desde el principio supe que la única persona que realmente podría decidir sobre esto era la presidenta. ¿Por qué? Porque los políticos son así de ineptos, ellos sólo piensan en su sitio, piensan en guardar su estatus. Me lo ha demostrado el alcalde, me lo ha demostrado la coordinadora general del PSOE.
Susana Díaz, como se presenta a la Secretaría General del PSOE, quería quitarse este problema de encima.
¿Cómo vives tu gran presencia mediática?
Dentro de mi casa normal, pero cuando salgo de mi casa
ya soy un personaje público. Me preocupa el excesivo protagonismo. La gente ha puesto una confianza en mí porque realmente hay mucha gente de nivel medio bajo que necesita de esta Sanidad Pública. Entonces me han convertido en un icono de la defensa de la sanidad. Yo me siento mucho más paciente o ciudadano que médico. ¿Por qué? Porque veo que hay mucha gente que no se puede permitir pagar un médico privado. Por eso creo que debo ayudarles.
Spiriman en una protesta contra la fusión hospitalaria de Granada.
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¿A nivel asistencial, cuando ejerces como médico, padeces la popularidad?
A nivel asistencial es una putada. No puedo trabajar bien; acabo agotado psíquicamente en las guardias porque
la gente te cuenta todo. Por la calle la gente te para pero no solo para una echarse una foto. La gente te para, te da un abrazo, se ponen a llorar, te cuentan allí toda su vida, y tú dices: es que no puedo ni andar dos pasos. Y yo digo: estoy con vosotros. Pero, ¿qué voy hacer? Ya me he metido en esto.
Como médico eventual, ¿temes por tu futuro laboral?
Claro que sí, las amenazas las he recibido desde el primer mes que empecé con esto. Desde mi jefe de servicio, el gerente e incluso compañeros. Sé que me han espiado, han entrado en mi historial, han intentado involucrar a pacientes para intentar difamar sobre mí. Han hecho barbaridades para desacreditarme.
He recibido hasta matones que me han mandado a mi consulta. Allí llegaba un tipo y me decía: "Cuidado en dónde te metes no vaya a ser que te pase algo, ¿eh? Ten cuidadito". Y amigos míos también, gente que ha llegado a amenazar a mi familia. A un compañero mío le rajaron las cuatro ruedas del coche un día.
¿Cómo valoras tu campaña de acción, tan distinta al movimiento sindical clásico?
Los sindicatos
no pueden conmigo. Están vendidos. Juegan a engañar a los trabajadores, no luchan. Se han desprestigiado completamente.
El personaje de Spiriman chasquea los dedos, canta, llora de emoción…
He pretendido con ese personaje sacar la vergüenza y despertar conciencias. Me documentaba, quedaba con gente y lo explicaba. Luego todos se querían unir a esta protesta, después de haber desprestigiado la sanidad con sus acciones.
¿Crees que dedicar insultos en algunos de tus vídeos te ha quitado prestigio?
Eso era deliberado, es decir, el hecho de mostrarme tal y como soy. Lo único que ha conseguido es que la gente hasta simpatice más.
Yo digo tacos, insulto, pero si tú me insultas, respondo. ¿De qué se escandaliza la gente? Si realmente ese tío es un gilipollas, y yo lo que estoy diciendo es que es un gilipollas.
¿Ha habido algún caso, en tu trabajo como facultativo, que te forzara a decir “basta”?
Pues que se me muriera un abuelo en el pasillo. O un chaval que llegó con una simple apendicitis y que por no ser atendido a tiempo entró en un shock séptico y lo tuvieron que operar de una peritonitis.
Candel atiende a los medios de comunicación durante una manifestación.
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¿Cómo te ves de aquí a dentro de un año? ¿Qué crees que va a pasar a partir de ahora?
Va a cambiar la Medicina por completo.
A partir de ahora se contará a la gente todo lo que pasa en la Sanidad. Simplemente hay que contar las cosas tal y como son para que cambien. Y por esto se está escandalizando mucha gente. Normal, el poder ante eso se asusta.
¿Te planteas un Spiriman fuera de las murallas andaluzas o granadinas?
No, yo tengo cuatro niños, una familia y
lo primero es mi familia. Me han ofrecido muchas cosas y de hecho muchos partidos me han echado los tejos.
¿Te han tentado muchas formaciones políticas?
El mismo
PSOE fue el primero. Un dirigente intentó colocarme diciendo que les interesaba, que tenía dones. Yo les mandé a tomar por culo, les cabreó más todavía.
¿Hay algún partido en este país que te represente?
¡Qué va! ¡Uf! Para nada, ninguno, madre mía, ninguno.
¿Ni siquiera Podemos, que está siempre con el discurso de “salir a la calle”?
¡Qué va! Lo he dicho muchas veces,
yo me siento muy español. Creo que la gente de un país se debe unir. Pero en Podemos han sido muy torpes, porque han podido cambiar mucho este país. Ellos han tenido una oportunidad grande para desbancar a dos partidos, al bipartidismo, y no han sabido representarnos a todos.
Antes de este movimiento, ¿te interesaba mucho la política?
No he estado nunca en ningún sindicato. Mi labor siempre ha sido la de trabajar con niños en el curso social al que iba en un colegio de monjas. Monté incluso mi propia ONG en Granada. Tengo unas instalaciones donde vienen niños del barrio.
Soy una persona que cree mucho en Jesús, que cree en Dios y realmente creo que estamos aquí para hacer la vida más llevadera y eso es lo que intento. Pero es que no tengo ninguna afinidad política y realmente me parece lamentable la actuación que están teniendo los cuatro, pero acojonante. Por ejemplo,
Íñigo Errejón, en la última manifestación se quiso hacer una foto conmigo, y es que lo mandé literalmente a la mierda. ¿Es que os creéis que una persona porque defienda esto ya tiene una ideología política? Ese es el gran problema de este país. Pero con el PP igual. Yo soy un tío con unos ideales, ¡con valores!
La boina y las gafas de sol son parte esencial de su atuendo.
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Valores en los que incluso casas algo tan complicado como la ciencia médica y Dios…
Bueno, es que he visto morirse a mucha gente en mi trabajo. Hace poco me decía un comunista: Yo no me creo que tú creas en Dios, si Dios existiera no permitiría todas las desgracias que hay en el mundo. ¿Y ahora qué me tienes que responder a eso? Pues yo creo que
Dios es muy inteligente y es el único que nos ha dado realmente libertad, las desgracias pasan porque nosotros las permitimos.
¿Tú votas o pasas de las urnas?
Yo voto. He votado a todos. Ya dije que
mi último voto se lo di al PSOE. El problema es que ya se me han quitado las ganas de votar.
¿Qué va a pasar con los que desearían un Spiriman en cada provincia de España?
¡Jo! ¡Me encantaría! Me invitan a charlas, me están llamando de muchos sitios, lo están estudiando en las facultades. En realidad soy una persona muy vergonzosa.
Ojalá algún día pueda explicar todo esto en un libro o en un documental. No me arrepiento de nada de lo que ha pasado y de todo esto creo realmente que han salido muchos Spiriman. Me han llamado hasta catedráticos para hablar conmigo. Gente de peso que dices: ¡Hostia tío! Gente buena, gente normal.
¿Y alguna persona con relevancia social te ha llamado para darte su apoyo?
No. De ese perfil no. De ese perfil son todos muy falsos. Llamé a Miguel Ríos y nada.
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