El Virgen del Rocío se refuerza con nuevas enfermeras de práctica avanzada

Nuevas incorporaciones para el refuerzo del área de Enfermería del Virgen del Rocío. Se acaban de presentar los nuevos perfiles de Enfermera de Práctica Avanzada (EPA), que iniciarán su actividad en el hospital en muy poco tiempo. Tendrán una función marcada dentro de las fronteras del centro. Atenderán a personas con Procesos Oncológicos Complejos (EPA POC), a pacientes con Tratamientos Complejos para la Diabetes (EPA TCD) y a personas con Heridas Crónicas Complejas (EPA HCC).

Las nuevas enfermeras serán un refuerzo ya que se suman a las ya existentes para la atención a personas con Ostomías (EPA O) y a las Enfermeras de Gestión de Casos, con más de 10 años de experiencia.

La enfermera de práctica avanzada integra cuatro roles: clínico experto, consultor, docente e investigador. Esto es así ya que desarrolla su trabajo ejerciendo un liderazgo clínico en su ámbito laboral, con autonomía para la toma de decisiones complejas. Además, aplica la evidencia y los resultados de la investigación a su práctica profesional.

"Estas incorporaciones repercutirán en un aumento de la calidad de los cuidados", apuntan desde el centro

“La incorporación de estas enfermeras de práctica avanzada repercutirá en un aumento en la calidad de los cuidados, abordados de manera integral, con intervenciones complejas basadas en la evidencia científica”, explica la Directora de Enfermería del Hospital Universitario Virgen del Rocío, Rocío Pérez en una nota de prensa. Además, añade que “supone un avance en los cuidados de enfermería con una mayor cohesión de los equipos asistenciales, una mejora de la calidad de los servicios y costo-efectividad de las intervenciones, contribuyendo a la sostenibilidad del sistema y la satisfacción de los usuarios”.

Precisamente, las nuevas competencias y roles en los cuidados de Enfermería surgen ante la necesidad de satisfacer las demandas y expectativas de la ciudadanía. Necesidades que han surgido de los cambios socio demográficos y epidemiológicos (envejecimiento, cronicidad, comorbilidad, escalada progresiva de la demanda de cuidados), de la evolución de los sistemas de salud (avances tecnológicos, complejidad del entramado asistencial, recursos limitados) y el pleno desarrollo académico en Grado y Posgrado de Enfermería.

¿Qué es una Enfermera de práctica avanzada? 

El origen de la Enfermera de Práctica Avanzada se sitúa en los años 60 en los Estados Unidos, España comienza su andadura en el modelo de EPA tras la incorporación de la Enfermera Gestora de Casos (EGC) en Canarias en 1994. 

A partir de entonces son cada vez más las comunidades autónomas que han desarrollado este modelo para dar respuesta a la demanda de atención proveniente de pacientes con situaciones complejas que derivan de la cronicidad, pluripatología, fragilidad y envejecimiento. En Andalucía, es a partir del Decreto 37/2002, de 30 de abril, de Apoyo a las Familias Andaluzas cuando se inicia el desarrollo de la EGC en dos ámbitos asistenciales: EGC comunitaria y EGC hospitalaria.

Este modelo de gestión de cuidados da cobertura tanto al paciente como a la familia, proporcionando unos cuidados integrales, y mejorando el proceso y la continuidad asistencial, lo que ha demostrado hacer frente a un sistema de salud que necesita eficiencia y sostenibilidad para mantener sus prestaciones.

En la última década, el Sistema Sanitario Público de Andalucía (SSPA) ha desarrollado diferentes roles enfermeros que incluyen nuevas competencias, entre los que se encuentran los perfiles específicos de EPA que el Hospital Universitario Virgen del Rocío despliega hoy en su estructura de cuidados.

Estas enfermeras acaban de finalizar el Máster en Enfermería de Práctica Avanzada celebrado en la Escuela Andaluza de Salud Pública, un programa formativo con características propias que lo hacen especial dentro de esta área de conocimiento. Estos estudios se realizan con una metodología teórica y práctica, orientada a las competencias transversales comunes, y a su vez, a las competencias y habilidades clínicas específicas de cada uno de los perfiles profesionales definidos por el SSPA. La formación se complementa con estancias clínicas con EPA de referencia en los perfiles definidos.