El
Sistema Andaluz de Salud (SAS) persigue blindar su capacidad formativa para los próximos años. Es por eso que la Consejería de Salud ha diseñado la
Estrategia de Formación del SAS con la mirada puesta los próximos años y en la mejora de los procesos formativos. Este plan se orientará a la participación y al
desarrollo de alianzas con sociedades científicas y otros agentes de los procesos de formación y pondrá el acento en la
colaboración público-privada, algo que marcará las actividades puestas en marcha en el marco de dicha estrategia.
El objetivo de contar con la sanidad privada es "
mejorar el rendimiento y eficiencia, la experiencia de los profesionales y aportar valor a los procesos, permitiendo un acceso igualitario y equitativo a la sanidad", según el documento de la
Estrategia de Formación del Sistema Sanitario Público de Andalucía 2022-2025, al que ha tenido acceso
Redacción Médica.
En el caso de las alianzas estratégicas, por un lado,
se apostará por acercarse a las diferentes sociedades científicas y colegios profesionales "para mejorar los resultados en salud, difundiendo el conocimiento generado, transformándolo en formación continuada". También se potenciará la
colaboración con las administraciones públicas para mejorar la disponibilidad y accesibilidad a recursos formativos, así como las universidades, para que sean ellas las que "estimulen el incremento de la calidad y mejore la cobertura y la gestión de las necesidades formativas del alumnado".
Líneas maestras de ejución del plan
Además, se trabajará en establecer
un marco de colaboración con Farmaindustria y empresas tecnológicas a nivel centralizado en el ámbito de la formación que oriente las acciones específicas de los centros de formación del SAS "hacia el logro de resultados en salud con transparencia".
Se trabajará en establecer un marco de colaboración con Farmaindustria y empresas tecnológica
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Asimismo, desde la Estrategia se va a establecer "
un modelo organizativo de gestión y provisión de la formación en el SAS, en el que se adecúen las estructuras de las Unidades de Formación, desarrollando el perfil de los puestos necesarios en las mismas y elaborando un manual de procedimientos de trabajo de dichas unidades que actuarán de forma coordinada".
De hecho, también
se pondrán en marcha itinerarios formativos para aquellos colectivos profesionales que han tenido "menor representatividad" en los planes de formación anteriores y acciones para facilitar la asistencia a las actividades. Desde la Estrategia se fija como una prioridad establecer los mecanismos necesarios para facilitar a los profesionales la asistencia a la formación.
En total, son cinco los ejes estratégicos de este plan:
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Innovación docente para el desarrollo de nuevas competencias y la mejora continua de las competencias y capacidades propias de la profesión a través de la personalización y la flexibilidad.
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Co-creación para el desarrollo de las actividades formativas haciendo partícipes a los profesionales, las sociedades científicas y otros agentes de los procesos formativos.
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Entrenamiento, como espacio seguro para la formación en nuevas técnicas asistenciales mediante el entrenamiento en un espacio seguro.
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Valor añadido al profesional para dar respuesta a los profundos y permanentes cambios epidemiológicos, sociales, tecnológicos y científico técnicos.
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Colaboración público-privada para mejorar el rendimiento y eficiencia, la experiencia de los profesionales y aportar valor a los procesos, permitiendo un acceso igualitario y equitativo a la sanidad.
El desarrollo de las diferentes acciones propuesta en los objetivos de esta Estrategia, implicará la puesta en marcha de dos planes operativos bienales, 2022-2023 y 2024-2025.
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