Los profesionales sanitarios andaluces son los primeros de toda España que volverán a disfrutar de la
jornada de 35 horas semanales, tras el acuerdo al que llegaron la Junta de Andalucía y los sindicatos. Esto ha sido posible gracias a que la Junta ha cumplido sus objetivos en cuanto a "materia de
estabilidad presupuestaria, deuda pública y regla de gasto", ha afirmado
Jesús Cabrera, responsable de Negociación Colectiva de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Andalucía, a
Redacción Médica.
"En el año 2017, el
déficit público de Andalucía fue del 0,22 por ciento, 1 décima menos que la media nacional y muy por debajo del 0,6 por ciento que se había impuesto (sólo han cumplido con este objetivo 5 CCAA); por otro lado la
deuda pública andaluza en 2017 estaba en el 22,1 por ciento, 2,7 puntos porcentuales de PIB por debajo de la media nacional", ha apuntado Cabrera.
Estos tres pilares son sobre los que se sustenta el pacto al que llegaron la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y los principales responsables de los sindicatos andaluces para acordar la devolución de la
jornada de 35 horas a los empleados públicos, entre los que se encuentran los profesionales sanitarios.
El mismo acuerdo también recogió un aumento progresivo de la equiparación de los
permisos de paternidad y maternidad para los empleados del sector público y las
subidas salariales pactadas del 1,5 por ciento para este mismo año y que serán percibidas en la nómina de julio.
Reglas de Montoro
Cristóbal Montoro, exministro de Hacienda, fue quien anunció que la
jornada de las 35 horas para los funcionarios públicos debía ir aparejada a no superar el techo de gasto, tal y como quedó recogido en los últimos
Presupuestos Generales del Estado. Precisamente es esto lo que ha hecho Andalucía y por ello ha podido revertir la situación de sus profesionales sanitarios.
Otras comunidades autónomas como
Extremadura han intentado
implantar la jornada real de 35 horas para sus sanitarios. Sin embargo, dado que la región no ha podido cumplir con los objetivos de
techo de gasto, no ha sido posible su puesta en marcha.
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