El Gobierno andaluz no planea tomar ninguna acción en relación con el informe de fiscalización de la Cámara de Cuentas, según el cual los "altos cargos" sanitarios de la Consejería de Salud y sus órganos excedieron en más de dos millones de euros el límite retributivo establecido. Eso al menos es lo que se desprende de las palabras del portavoz del Gobierno, Juan Carlos Blanco, al ser preguntado por este asunto en la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno.
Blanco ha defendido que existe una “disparidad de criterios” entre la Junta y el órgano fiscalizador, ya que “cuando se habla de altos directivos, también se está hablando de médicos de grandes hospitales que pueden estar haciendo una guardia un sábado o una madrugada”. En opinión del portavoz, parece que hay partidos “que están poniendo en cuestión el dinero que reciben en su carrera profesional”.
Blanco ha mostrado su preocupación por que algunos pretendan dar la imagen, en un retrato con "trazos gruesos", de que se está reparriendo "una gran cantidad de dinero entre altos directivos cuando hay recortes en la sanidad, cuando eso no es así". En este caso, según ha insistido, se trata de profesionales sanitarios que hacen su trabajo "con muchísima dignidad y que tienen todo el derecho del mundo a recibir esos complementos".
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