Andalucía ha abierto una investigación para determinar si el
fallecimiento de un paciente en Sevilla está directamente relacionado con una infección por
viruela del mono (monkey pox). La Consejería de Salud y Consumo ha comunicado el inicio de un proceso para establecer las causas. Si finalmente se confirmase, representaría la
cuarta muerte como consecuencia de esta enfermedad zoonótica desde que se detectó por primera vez en España.
Se trata de un paciente joven, de
35 años, que ingresó en el mes de agosto en el
Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla con un cuadro de
inmunosupresión severa y que ya contaba con otras patologías previas. Actualmente en la comunidad autónoma hay un total de nueve
casos activos por viruela del mono repartidos entre cuatro provincias (5 en Sevilla, 2 en Almería, 1 en Granada y 1 en Málaga).
El último informe de la
Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Renave) publicado este miércoles notificó el contagio de
7.336 personas por esta enfermedad zoonótica en España desde que se detectaron los primeros casos en verano. La transmisión se ha producido en todas las comunidades autónomas, aunque los territorios más afectados en términos relativos han sido
Madrid y Cataluña que superan el umbral de los 250 casos por cada millón de habitantes.
La viruela del mono en España
El perfil mayoritario de los contagios es el de un
hombre de mediana edad (37 años), aunque se han identificado positivos en personas que oscilan entre los 7 meses y los 88 años de edad. Exantema anogenital (63,8 por ciento), fiebre (57,5 por ciento), exantema en otras localizaciones (56,6 por ciento) y linfadenopatías (52,6 por ciento) son los síntomas más comunes entre los pacientes que han pasado por
asistencia sanitaria tras contraer la enfermedad.
Hasta la fecha se han reportado
tres fallecimientos. Dos de ellos han sido como consecuencia de una
meningoencefalitis, mientras que la otra persona ha sufrido una
infección concomitante con monkeypox y ha fallecido por “otras causas”, según la información facilitada por el Ministerio de Sanidad.
El volumen de contagios ha entrado, en todo caso, en una fase descendente que ha llevado a las autoridades sanitarias a
flexibilizar ligeramente el protocolo de seguimiento de los positivos. La última actualización indica que ya
no es necesario el aislamiento para las personas que no están hospitalizadas, aunque se recomienda minimizar las interacciones sociales, así como las relaciones sexuales hasta que las lesiones hayan cicatrizado por completo.
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