Marina Álvarez, consejera de Salud, se ha comprometido a que las intervenciones quirúrgicas no incluidas en el decreto de garantías de tiempos de respuesta del Servicio Andaluz de Salud (SAS), como las operaciones para la reasignación de sexo, no superarán el año en el tiempo de espera.
En una pregunta parlamentaria en pleno del Parlamento andaluz, la consejera ha recordado que en los procedimientos quirúrgicos para las intervenciones de reasignación de sexo también se aplican a otras patologías y ha apuntado que hay 133 inscritos que están pendientes de procedimientos quirúrgicos de reasignación de sexo masculino.
La consejera ha reconocido que los tiempos de espera de estos procedimientos no están sujetos al decreto de garantías, aunque ha precisado que "en los procedimientos ginecológicos la respuesta es similar a lo apuntado en dicho decreto".
De esta forma, Álvarez ha indicado que en intervenciones ginecológicas se cumplen los tiempos de espera, y en el caso de las intervenciones para una mastectomía "somos conscientes de que hay espera y estamos tratando de reducir los tiempos con todos los medios a nuestra disposición, estamos haciendo un gran esfuerzo".
En ese sentido, ha recordado que este año se ha firmado en los contratos programas de todos los centros sanitarios de la comunidad "un objetivo para que ninguna intervención quirúrgica que no esté sujeta al decreto de garantías espere más de un año, por lo que estos procedimientos relacionados con la reasignación de sexo también se podrán beneficiar de esa medida".
"Somos conscientes del problema de esta demora y nos preocupa, por eso hemos implantado esa medida", ha aseverado Álvarez, quien ha resaltado el "esfuerzo" del sistema sanitario público andaluz para "acortar tiempos de respuesta en todas las cirugías", recordando que "hay más de 700 procedimientos quirúrgicos sometidos a ese decreto".
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Juan Antonio Gil de los Santos, diputado de Podemos, ha lamentado la "demora insoportable" de los tiempos de espera quirúrgica, especialmente en el área de mastectomía, lo cual "no permite hacer acceso vida normal", ya que ante la larga espera, "esas personas terminan recurriendo al fajado de mamas o camisas compresoras, algo que puede causar problemas de salud, muchos de ellos irreversibles", a lo que se suma "el alto impacto emocional y psicológico, acompañado del consumo de fármacos".
Gil de los Santos ha lamentado que "la falta de medios de una parte del sistema termina en la demora de las listas de espera y provoca sobrecoste sanitario", y ha alertado de que, debido al "dilatado" tiempo de espera, "muchas veces tienen que terminar recurriendo a la sanidad privada y se ven endeudadas esas personas y sus familias".
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