"La mejor innovación es que los hospitales del futuro sean seguros". Así de contundente se ha mostrado la especialista de la Unidad de Gestión Clínica de Cirugía del Área de Gestión Sanitaria de Jerez, Costa Noroeste y Sierra de Cádiz
Raquel Escalera al explicar cómo
han implantado estrategias de seguridad a través de la creación de una unidad de cirugía mayor independiente, que antes funcionaba como una unidad integrada compartiendo los recursos.
"Teníamos claro que
debíamos identificar las potenciales debilidades antes de la instauración del nuevo circuito con el fin de evitar circunstancias que pudieran poner en peligro la seguridad del paciente", ha aclarado en la
Jornada Hospital Innovador, en esta ocasión con el
Hospital Universitario de Jerez de la Frontera como protagonista, con
Redacción Médica como organizador, la
Sociedad Española de Directivos de la Salud (
SEDISA) como coorganizador y
Boehringer Ingelheim como patrocinador.
El primer paso para la puesta en marcha de esta unidad independiente fue conformar un
equipo multidisciplinar donde se implicaron diferentes perfiles profesionales sanitarios (médicos, celadores o enfermeras, entre otros, organizados por actividad), quienes
establecieron las pautas de trabajo, que se desarrollaron fundamentalmente con la realización de AMFEs en tres tiempos (prequirúrgico, quirúrgico y postquirúrgico) para lograr el
mapa de riesgo, una herramienta gráfica que surge para recordar y avisar de los puntos críticos de determinadas actividades donde existe un mayor número de incidentes.
Raquel Escalera, facultativa especialista de la Unidad de Gestión Clínica de Cirugía del Área de Gestión Sanitaria de Jerez, Costa Noroeste y Sierra de Cádiz.
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El papel de la seguridad en la percepción del paciente
Una vez planteado, era necesario dotarlo de recursos: "A una unidad nueva hay que pedirle unos recursos económicos, pero que sea también de calidad, eficiente y segura", ha comentado. Sobre este último punto, ha incidido porque
más allá del propio valor que supone de por sí esta seguridad, los pacientes perciben la asistencia con
mayor satisfacción. "Esto puede utilizarse como indicador de calidad adicional", ha subrayado.
Una vez finalizada esa etapa, se pusieron manos a la obra con la
búsqueda bibliográfica. Además, la metodología utilizada les permitió priorizar los puntos o debilidades detectadas y hacer una tormenta de ideas.
Todo este proceso de creación de la unidad quirúrgica independiente se apoyó en el
ciclo de Deming, basada en cuatro puntos: el
plan, donde se pone el foco en lo que se quiere optimizar; la
acción, donde se ejecuta la estrategia; la
revisión o verificación, mediante indicadores de gestión o de variables; y
actuación. Una vez finalizado el último punto, se ha mostrado que, de momento,
no hay cuestiones que modificar en esta unidad quirúrgica. "Es un buen indicador de que se ha hecho un buen trabajo", ha defendido.
Escalera, finalmente, ha destacado que
todo sistema de mejora optimiza y aumenta la calidad asistencial de un proceso o servicio, ya sea con carácter retroactivo o prospectivo; y que es necesario automatizar eficientemente los procesos hospitalarios con el fin de disminuir el número de eventos adversos. "Debemos establecer y consolidar circuitos de retroalimentación para mantener una mejora continua de las medidas de seguridad aplicadas", ha concluido.
Escalera explica que la seguridad aporta a los pacientes una percepción de mayor satisfacción.
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